El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha llegado a un acuerdo con la oposición para aprobar una proposición no de ley que incentivará fiscalmente a los propietarios de pisos vacíos para que los pongan en alquiler. Aún no se han definido los beneficios tributarios que se aprobarían para bancos, empresas públicas, Administraciones y otros “tenedores” pero el objetivo es que esas viviendas sean ocupadas por los sectores de la población más vulnerables.

Esta proposición no de ley establecerá unas directrices para la política inmobiliaria hasta 2021. El gobierno quiere que los pisos vacíos salgan al mercado del alquiler para las familias más vulnerables a través no sólo de los incentivos fiscales, sino también a través de los convenios con los grandes tenedores de viviendas y permutas de suelo.

Este acuerdo dará lugar a un nuevo Plan de Vivienda que nacerá del consenso de todos los partidos políticos.

La banca es el principal dueño de pisos. Según datos de Tinsa recopilados por el diario Expansión, más del 80% del stock de pisos vacíos es de la banca. Y la agencia de calificación crediticia Fitch calcula que en 2015 el sector financiero tenía unas 150.000 viviendas nuevas invendibles.