Coutot Roehring es la principal firma europea que se dedica a encontrar personas con derechos sobre legados de fallecidos que no dejaron testamento.

Una pareja de jubilados mira un autobús pasar en una calle de Madrid
Una pareja de jubilados mira un autobús pasar en una calle de Madrid Samuel Sanchez

Hace unos meses Manuel —nombre ficticio— recibió una llamada. Tiene unos 90 años, reside en un barrio humilde en la periferia de Madrid y le costó creerse la historia que le contaban al otro lado de la línea. Le habló Victorio Heredero, empleado de la firma Coutot Roehrig. Se trata de la mayor empresa europea en genealogía sucesoria y Heredero —un canario con un apellido casualmente idóneo para su profesión— le anunció a un incrédulo Manuel que había heredado un piso en el barrio de Salamanca, uno de los más exclusivos de Madrid, valorado en unos 700.000 euros.

Heredero le relató a Manuel la historia de un niño abandonado por su familia a principios del siglo pasado. Hijo de una mujer soltera con un apellido ilustre el chiquillo fue llevado a una inclusa. Creció sin contacto con su familia natural. Estuvo internado en un colegio de Madrid y pasó penurias durante la Guerra Civil. Pasaron los años y trabajó en una fábrica y como obrero de la construcción. Todo este relato, se dio cuenta Manuel, encajaba a la perfección con su vida. La empresa Coutot Roehrig lo sabía porque había conseguido acreditar que Manuel tenía derechos sobre una suculenta herencia sin reclamar.

¿Por qué se tomó Coutot Roehrig tantas molestias en buscar la conexión familiar de Manuel? Porque se dedica a buscar herederos de testamentos abintestatos y a cobrar una comisión por el patrimonio que estos reciben. En el caso de Manuel, se puso a trabajar cuando un tío de su madre biológica falleció sin herederos. Esta firma de origen francés, especializada en genealogía y con despacho en Madrid, buscó hasta poder acreditar la identidad y sus derechos.

Entre los buscadores de herederos desconocidos hay abogados, historiadores y expertos en genealogía

Victorio heredero explica el proceso: “Soy historiador, especialista en genealogía. Hemos hecho un recorrido por las fuentes históricas por las que pasó Manuel, instituciones religiosas, militares, colegios. También usamos habitualmente otros datos como registro civil, partidas de nacimiento, de internados…”.

Marco Lamberti, un italiano puntual y elegante, es el responsable de Coutot Roehrig en España. Cuenta que cada año se queda sin adjudicar a sus herederos legítimos patrimonio por más de 100 millones de euros. El 40% de los españoles no hace testamento. Y cuando muere sus bienes pasan al Estado si se desconoce la identidad de sus herederos legales. En la última década el Estado ha recibido unos 83 millones de cuentas corrientes procedentes de fallecidos sin herencias.

Competencia al Estado

El papel de Coutot Roehrig (C&R) podría verse como el de un competidor del Estado. “No somos el enemigo de Hacienda somos el mejor amigo de los herederos”, precisa Lamberti. Este abogado niega que sea un cazador de herencias. Asegura que solo inicia una investigación a instancias de una demanda profesional. Subraya que no cobran nada a los abogados o notarios que reclaman sus servicios. Y sus ingresos proceden de las comisiones que cobran directamente a los herederos si deciden aceptar los bienes a los que tiene derecho. Aunque no quiere precisar a cuánto ascienden esas comisiones, otras fuentes calculan que podrían ascender al 20% de los bienes que recibe el heredero.

Como pago, se quedan una comisión de los bienes que logran los beneficiarios

Cuando (C&R) recibe un caso en el despacho, hace una valoración inicial de los activos y los pasivos del causante. Si tras liquidar las deudas el activo mantiene valor, la operación sigue adelante porque es beneficiosa para el heredero, explica el director de la firma en España. El despacho elabora un contrato que recoge los bienes a heredar y de quién heredan así como una recorrido con la genealogía del beneficiario para acreditar sus derechos. Si el heredero no acepta el convenio, se arriesga a no conocer de donde procede el legado y, por tanto, a no cobrar.

Un trabajo complejo

El trabajo es complejo. Un expediente puede tardar años en cerrarse, cuenta este italiano. Aunque el tiempo mínimo son cinco o seis meses. Actualmente tienen unos 400 casos abiertos. La mayoría de empleados del despacho son abogados, pero también hay historiadores y expertos en genealogía como Victorio Heredero. Son expertos en trazar líneas de vida. Se sirven de su conocimiento de los usos y costumbres de las diferentes épocas para encontrar a los herederos. En ocasiones es un trabajo detectivesco. Algunos de los causantes, que fallecieron sin testamento, fueron emigrantes que perdieron el vínculo con sus familias. Hay muchos expedientes que llegan a Argentina o Alemania por los movimientos migratorios del siglo pasado.

El 40% de los españoles no hace testamento. Sus bienes pasan al Estado si se desconoce la identidad de sus herederos

El punto más delicado es el primer contacto: En la primera llamada telefónica o la primera visita cuando le dicen a una persona que ha heredado de un pariente con el que, seguramente, no tenga ningún vinculo. “Al principio desconfían, muestran recelos”, admite Lamberti que cuenta que en el 95% de las ocasiones establecen relaciones comerciales con los herederos.

Asegura que en Francia la empresa está acreditada como un órgano de certificación de herencias abintestato —el procedimiento judicial que se produce cuando un causante muere sin testar o con un testamento nulo, la herencia a los parientes más próximos o en su defecto al Estado—. En España las cosas funcionan de otro modo. El colapso del sistema judicial retrasa en muchas ocasiones las declaraciones de herederos y los juzgados tardan meses e incluso años en determinar quiénes tienen derecho a heredar.

Nueva ley de jurisdicción

Ahora la Ley de jurisdicción voluntaria habilita a los notarios a tomar más protagonismo en estos procesos. Lo que agilizará la solución de legados sin herederos. Y lo que abre una oportunidad para el despacho de Lamberti. Con la nueva Ley los notarios asumen varias competencias que antes eran de los jueces como la declaración de herederos ab intestato. Cuando les llega un testamento, los notarios tienen la obligación de localizar a todas las personas que tienen derechos sobre este. El proceso habitual es que publiquen un edicto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para buscar a los herederos. Pero la gente no lee el BOE. Coutot Roehrig no cobra a los notarios. Su servicio es gratuito para los notarios. Cobran de la comisión que obtienen de los herederos.

En España tienen derecho a heredar hasta el cuarto grado de consanguinidad pero en muchas ocasiones nunca llega a conocerse quiénes son los herederos legales. “Nuestro principal objetivo es facilitar a las administraciones y a los profesionales, especialmente abogados, notarios o administradores de fincas, la búsqueda de herederos o legatarios en aquellos casos en los que no están identificados”, explica Lamberti. Este abogado explica que el heredero tiene de media unos 75 años por lo que el tiempo para resolver los testamentos es crucial.

Hace 30 años este periódico publico la historia de dos ancianas que heredaron 90 millones de pesetas, unos 600.000 euros, tras ser localizadas a través de anuncios de prensa. Desconocían que tenían un tío que había emigrado a Francia a principios del siglo pasado que al morir no dejó herederos. La firma Coutot indagó en la historia familiar hasta encontrar a estas dos herederas que vivían en Valencia. Las crónicas de la época cuentan que la comisión del despacho ascendía a una cuarta parte de la cantitdad libre de cargas. La historia terminó bien. Aunque en muchos de los casos como los que reciben la llamada suelen tener una edad avanzada los que se benefician de verdad son los hijos o nietos de estos nuevos herederos.

[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]